El conflicto armado afectó gravemente el tejido social en las áreas rurales de Colombia. Como se describe con mucho detalle en el informe “¡Basta Ya! Colombia: Memorias de Guerra y Dignidad” del Centro Nacional de Memoria Histórica, los actores armados usaron distintas formas de violencia para atemorizar a la población y, especialmente, para quebrantar la confianza. Es decir, su objetivo era romper el tejido social. Esta ha sido una de las secuelas del conflicto más difíciles de sanar.
En Acumen hemos reflexionado acerca de cómo nuestras inversiones, además de generar oportunidades económicas, pueden ayudar a recomponer el tejido social. Nuestra respuesta ha sido enfocarnos en oportunidades donde las asociaciones y otras organizaciones de la sociedad civil son protagonistas.
Por un lado, hemos invertido en empresas que trabajan estrechamente con asociaciones de productores tales como Cacao Hunters*, que produce chocolate hecho con cacao de la Sierra Nevada, Magdalena, Arauca y Tumaco, y Azahar Coffee, que comercializa café del Huila, Cauca y Nariño. Para conseguir granos de altísima calidad, Cacao Hunters apoya a asociaciones como Cortepaz y Corpoteva en Tumaco para que compren el cacao en baba y hagan un trabajo asociativo de beneficio. Igualmente, Café Azahar trabaja estrechamente con asociaciones y cooperativas cafeteras para la compra de su café. Ambas empresas compran a precio fijo y transfiere a las asociaciones una parte para asegurar la sostenibilidad de estas organizaciones claves para fortalecer el tejido social. “Nosotros comenzamos con la asociación para darles a los agricultores la oportunidad de reemplazar los cultivos ilegales con cacao. La venta de cacao como negocio está ayudando lentamente a los agricultores a cambiar la mentalidad de asistencialismo. Aunque todavía es demasiado pronto, tenemos la esperanza de que el cacao aumente la unión en nuestra comunidad.” Edgar, líder de Corpoteva.
Por otro lado, estamos haciendo algo que muy pocos inversionistas intentan: invertir en empresas que son propiedad de comunidades rurales.
A fines de 2015, unimos esfuerzos con Asodesarrollo, una asociación de 600 caficultores en Gigante Huila, para crear un nuevo negocio: una central de beneficio. Este negocio innovador, 51% propiedad de la asociación y 49% propiedad de Acumen, tiene como objetivo aumentar los ingresos de los productores, reducir la carga de trabajo en finca, reducir el uso de agua, y eliminar la contaminación de recursos hídricos que puede producirse del beneficio en finca. Asimismo, busca generarle mayor autonomía a Asodesarrollo para que sea un actor más fuerte en el desarrollo de su territorio. Con el tiempo, la central de beneficio irá comprando la participación de Acumen y al final Asodesarrollo quedará con la totalidad de la propiedad de la central.
“La Central de Beneficio es importante porque genera un impacto positivo en la zona. Se les brinda más oportunidades a los productores, se garantiza la calidad del café, pueden tener mejor calidad de vida y pasar más tiempo con sus familias”. Carlos Ibagon, Gerente de la Central de Beneficio de Gigante, Huila.
Luis, caficultor huilense entregando café en cereza a la Central de Beneficio de Gigante, Huila.
De manera similar, en 2017 invertimos en Bioguaviare, una procesadora de fruta ubicada en San José del Guaviare, que Asoprocegua, una importante organización de la sociedad civil en Guaviare, es accionista. Esta empresa compra y procesa açaí y otras frutas amazónicas que son cosechadas por pequeños productores y comunidades indígenas. La compañía proporciona una fuente adicional de ingresos para estas comunidades y crea un incentivo para la conservación de la selva tropical en una de las regiones del país con mayor deforestación. “Yo creo que Colombia tiene una gran oportunidad de promover el crecimiento económico en las zonas rurales, siempre considerando el uso balanceado y sostenible de la biodiversidad. Las comunidades más vulnerables del país viven en zonas que tienen una alta biodiversidad y su situación podría mejorar si encontramos una forma de generar beneficios económicos mientras se protegen los bosques, los ecosistemas y los recursos naturales” dice Alejandro Álvarez, co-fundador de Selva Nevada, principal cliente de Bioguaviare.
Como éstas estamos analizando oportunidades por todo Colombia, incluido Montes de María, Choco y Tumaco. Creemos firmemente que el paradigma tradicional de soluciones impuestas desde el centro no ha dado resultado. Vemos en estas inversiones con comunidades un forma mas sostenible y equitativa de invertir, y que puede contribuir a sanar las heridas del conflicto.
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*Las inversiones en Cacao Hunters, Azahar Coffee, Bioguaviare, Selva Nevada y Acceso Colombia han sido posibles gracias a la alianza con la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional-USAID a través del Fondo Invirtiendo para la Paz.
Acerca de Acumen:
Acumen es una organización pionera que busca abordar de una manera disruptiva los retos de la pobreza y la desigualdad a través de dos grandes apuestas: Por un lado, la gestión de fondos de inversión de impacto dedicados a apoyar el crecimiento de modelos de negocio innovadores que tengan simultáneamente un alto potencial de mercado e impacto social. Por el otro, le apostamos a crear una masa crítica de agentes de cambio social con las habilidades, los valores y el poder de cambiar la narrativa de la región. Con estas dos líneas de acción buscamos catalizar la transformación de nuestra sociedad.
Este artículo hace parte de nuestra primera apuesta.