La historia de un pequeño productor que cultiva una mejor vida en Colombia.
Rayas de barro cubren la cara y las manos de Don Félix. El ala de su sombrero espolvoreado con tierra está doblada por el desgaste. Su camisa lleva las manchas de los frutos de su trabajo. Don Félix es un pequeño agricultor en el altiplano antioqueño de Colombia. La agricultura ha sido su vida durante años, junto con su única fuente de ingresos.
Los pollos desfilan por los terrenos de su granja y un cerdo gruñe mientras sus crías se agolpan en la esquina de un pequeño cobertizo de madera. Don Félix se ajusta el sombrero, dejando al descubierto las líneas profundas de su cara y sus mejillas sonrojadas, enrojecidas por décadas de trabajo al sol, y se dirige a un árbol cerca de su casa. Cuando comienza a trepar por su tronco, agita las ramas. Las guayabas maduras, redondas y rosadas caen de su sombrilla de hojas. La vida es simple aquí en las tierras altas de Antioquia, pero no es fácil.
Durante años, Don Félix cultivaba zanahorias, tomates y una variedad de cultivos para la subsistencia en su pequeña parcela de tierra y vendía los productos que no necesitaba en el mayorista más cercano. Sin embargo, ir hasta el mercado es costoso y nunca le garantizaban la compra. “A veces, llevaba mis cultivos allá y luego no podía venderlos, me tocaba botarlos”, dijo. Sin hacer una venta, no solo se desperdiciaban los productos de Don Félix, sino que tampoco tenía una fuente de ingresos segura de la que depender durante el mes. Ganar dinero no era fácil.
Foto: Keya Madhvani
Hace un tiempo, Don Félix comenzó a trabajar con SiembraViva, una de las inversiones de Acumen en Latinoamérica. Esta empresa social compra productos orgánicos de los agricultores locales para venderlos a los consumidores en las ciudades de Colombia. La empresa identifica a los pequeños agricultores de la zona rural de Colombia dispuestos a producir productos orgánicos y dedica tiempo a conocerlos y conocer sus necesidades. Una vez que el equipo de SiembraViva les genera confianza a estos agricultores, les proporciona semillas, fertilizantes y otros insumos necesarios para cultivar productos orgánicos y producirlos de forma sostenible sin costo y luego les garantiza la compra a un precio más alto.
En países de bajos ingresos, el 90% del desperdicio proviene de la pérdida de alimentos dentro de la cadena de valor. Al asociarse con SiembraViva, los agricultores como Don Felix pueden reducir el desperdicio de 30% a 5% y aumentar sus ingresos en aproximadamente 161%.
SiembraViva entiende que Don Félix y los 450 millones de pequeños agricultores en todo el mundo se enfrentan a una serie de desafíos. Desde semillas de bajo rendimiento y mercados volátiles, hasta pequeños márgenes e ineficiencias en las cadenas de suministro y distribución, estos desafíos pueden crear inseguridad financiera, frenar el crecimiento de sus negocios y limitar las oportunidades de mejorar calidad de vida. Es por eso que SiembraViva trabaja con los agricultores desde el momento en que comienzan a sembrar en sus tierras. La empresa proporciona a estos productores, que se encuentran en lugares difíciles de alcanzar, semillas de alto rendimiento, fertilizantes orgánicos y otros insumos, y les enseña técnicas modernas para aumentar su productividad y mejorar sus cosechas.
Para ayudar a Don Félix a producir mayores rendimientos, la ingeniera agrónoma jefe de SiembraViva, Marcela Silva, trabajó con él para comprender los beneficios de cultivar dentro de un invernadero. Antes de SiembraViva, él no tenía los conocimientos técnicos para operar un invernadero, lo que podría permitirle cultivar no solo vegetales de temporada, sino también aquellos que requieren una temperatura constante durante todo el año. A medida que envejece, Don Félix se preocupa por su salud y necesita asegurar ahorros para su futuro, y es por eso que quiere aumentar sus ganancias. Él ahora tiene un invernadero en su tierra y ya está viendo prosperar sus cosechas.
Foto: Keya Madhvani
Con más productos para vender y el acceso a nuevos mercados, Don Félix ahora tiene la oportunidad de ganar más dinero y mejorar su seguridad financiera. Para garantizar que sus agricultores obtengan todos los beneficios del incremento de su cosecha, SiembraViva también los conecta con un financiamiento adecuado. En lugar de pagar el producto con efectivo, la empresa insiste en que Don Félix y el resto de sus pequeños agricultores abran cuentas bancarias móviles para recibir sus ganancias. De esta forma, no pierden dinero en las tarifas de transferencia electrónica y también tienen la oportunidad de crear una identidad financiera y fortalecer su crédito.
Al vender su producto a SiembraViva, Don Félix ya no tiene que preocuparse por el desperdicio, la demora o vivir con lo justo para comer cada mes. Está viendo cómo se multiplican sus rendimientos y crece su negocio. Con acceso a un mercado e ingresos seguros, ahora tiene más estabilidad en su vida y puede comenzar a planificar su futuro.