Para ser emprendedor, se debe poseer una mezcla de muchas características personales. Se necesita paciencia, visión, valentía; y para Marta, Fundadora y Directora de Wasi Organics, se necesita tener un fuerte sentido de urgencia y tomar decisiones rápidas, algo que ha sido de mucha utilidad en los tiempos de incertidumbre, que ha traído esta pandemia mundial.
En Perú, en donde actualmente se cuentan más de 370.000 contagios por el COVID-19, las PYMES, han sido uno de los sectores económicos más afectados por la crisis. Situación similar se ha presentado, en el resto de los países de América Latina. Las dificultades para la exportación de los productos, los bajos ingresos debido a los cambios en la demanda y la baja automatización de los procesos productivos han sido algunas de las razones de este efecto adverso. Sin embargo, para los emprendimientos sociales, cuya columna vertebral del negocio es el impacto, se suma una responsabilidad adicional: continuar sirviéndole a sus beneficiarios.
En el caso de Wasi, una compañía que produce y comercializa productos alimenticios de la biodiversidad peruana, los pequeños agricultores fueron unos de los primeros en recibir una respuesta sobre la situación que se avecinaba. Para Marta todo lo que está ocurriendo no fue una sorpresa, tener esa mentalidad ágil de “startup” que hace parte de los pilares de la empresa y lo que ella llama “rigor en el manejo de riesgos” le permitió estar adecuadamente preparada Para cuando el COVID-19 tocó las puertas de Perú, ella y su equipo ya se habían anticipado a la crisis que llegaba, y por ende algunas de las respuestas y soluciones, ya estaban en camino de implementarse.
Primero, lo primero
Desde febrero cuando ya se veían los efectos del COVID-19 en otros países, Marta y Gianina, quien es Co-fundadora y Jefe de Operaciones, pensaron “¿qué pasaría si esto llega a nuestra empresa?” y la respuesta iba encaminada a garantizar el suministro de materia prima por los siguientes 6 meses. La primera directriz que Marta y su equipo le comunicaron a los pequeños agricultores que hacen parte de su cadena de suministro fue: los contratos no se cancelarían, la empresa mantendría la compra de las cantidades acordadas y no cambiarían los precios, lo que fue un respiro de alivio para los casi 500 agricultores que son parte primordial del funcionamiento de la empresa.
De esta forma, la relación de confianza entre la empresa y sus principales “aliados” como les llama Marta, es algo que para Wasi y sus fundadoras, no es negociable. Tejer esas redes de confianza es un trabajo de mucho tiempo que no podría, ni debería verse afectado por el contexto actual.
Posteriormente, comenzaron a darse las decisiones con el personal. Se establecieron esfuerzos para garantizarle el trabajo a todo el personal operativo de planta, y se enfatizó en cambiar el modelo de trabajo del personal administrativo al trabajo remoto. Así mismo se vio la importancia del cambio de mentalidad gerencial, pasando de ser un “director de orquesta” para convertirse en un “coach” no solo en lo laboral sino también en lo personal. Igualmente, se han invertido recursos y esfuerzo en la implementación de las medidas de bioseguridad, algo que para Wasi no fue difícil ya que desde el inicio de las operaciones, la calidad y los estándares de salubridad de los productos han sido una prioridad. “Si vamos a hacer algo, vamos a hacerlo mejor que todo el mundo” es algo que se repite Marta, de manera constante, como emprendedora.
Actualmente, no sabemos a ciencia cierta qué pasará y cuándo retornará la normalidad. Las personas y las empresas se han comenzado a adaptar a estos tiempos de incertidumbre, y ejemplos como el de Wasi nos dejan ver las oportunidades que nacen de momentos de crisis.
“El mayor mensaje aquí es que veamos esto como una oportunidad para reinventarnos, para ser más solidarios, para aprovechar y empezar a cuestionar nuestras prioridades” dice Marta. “Siempre hay que ver el vaso medio lleno, no creo que una empresa de impacto social, como la nuestra, sea capaz de sobrevivir si ve el vaso medio vacío, si en estos momentos difíciles no es capaz de encontrar oportunidades.”